El Papa a seminaristas y sacerdotes: siempre escucha al Espíritu Santo

Ciudad del Vaticano (AICA): El papa Francisco recibió hoy en audiencia en la Aula Pablo VI a seminaristas y sacerdotes que estudian en los pontificios colegios eclesiásticos de Roma, a quienes le recomendó un discernimiento verdadero ante Dios y una formación humana y espiritual permanente, y sobre todo a escuchar al Espíritu Santo.
El papa Francisco recibió hoy en audiencia en la Aula Pablo VI a seminaristas y sacerdotes que estudian en los pontificios colegios eclesiásticos de Roma, a quienes le recomendó un discernimiento verdadero ante Dios y una formación humana y espiritual permanente, y sobre todo a escuchar al Espíritu Santo.

Tras la presentación a cargo del cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero, el pontífice respondió, en un clima distendido y alguna broma, cinco preguntas centradas en la formación sacerdotal y la espiritualidad.

Un seminarista francés, en representación de los europeos, le pregunta al Papa cómo mantener el ministerio presbiteral junto con la humildad de sentirse discípulos y misioneros. “El sacerdote debe ser un hombre siempre en movimiento, un hombre que escucha y nunca está solo: tener la humildad de ser acompañado”, respondió.

Al responder a la pregunta leída por un seminarista africano de Sudán, Francisco dijo que hay dos condiciones para un verdadero discernimiento: una que se hace en la oración, delante de Dios, y que se enfrenta con otra, una guía capaz de escuchar y dar instrucciones.

“Cuando no hay discernimiento en la vida sacerdotal –subrayó- hay rigidez y casuística. Hay una incapacidad para seguir adelante. Todo se cierra, el Espíritu Santo no funciona”.

El Papa aconsejó a los sacerdotes que tomen al Espíritu Santo como compañero en su jornada y consideró que a menudo uno tiene miedo del Espíritu Santo, que quiere enjaular. “No es suficiente ser bueno, sino vivir como si el Espíritu Santo no estuviera allí”, sostuvo.

Un sacerdote mexicano, en nombre de los que vinieron de América Latina, le pregunta al Papa cómo salvaguardar el equilibrio integral del sacerdote a lo largo de su vida. Y el Papa enfatizó la importancia de la formación humana del presbítero.

“Debemos ser personas normales, humanos, capaces de regocijarse con los demás, de reírse un poco, de escuchar en silencio a una persona enferma, de consolarse acariciando. Debemos ser padres, ser fructíferos, dar vida a los demás”, precisó, y agregó: “Padres sacerdotes, no oficiales de lo sagrado o empleados de Dios”.

Un diácono estadounidense le pregunta cuáles son los rasgos de la espiritualidad del sacerdote diocesano, a lo que el Papa respondió con una palabra: "Diocesanità". Tras explicar que “esto significa que el sacerdote debe encargarse de la relación con su obispo, incluso si es un tipo difícil, con sus hermanos sacerdotes y con la gente de su parroquia que son sus hijos”, aseguró: “Si trabajas en estos tres frentes, te convertirás en santo”.

La última pregunta sobre la formación permanente fue formulada por un sacerdote de Filipinas y el pontífice sugirió cuidar la propia formación: humana, pastoral, espiritual, comunitaria. Recordó que la formación permanente surge de la conciencia de la propia debilidad” y consideró que es importante conocer tus límites.

Por último, Francisco se refirió a cómo se vive el sacerdocio en la era de la comunicación virtual e instó a prepararse para hacer frente a las tentaciones de la castidad, “que vendrán”, y luego la guardia contra el orgullo, por la atracción del dinero, la poder y confort.+

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