Mons. Mestre llamó a vivir con “atención, preparación y vigilancia evangélica”

Mons. Mestre llamó a vivir con “atención, preparación y vigilancia evangélica”

Buenos Aires (AICA): “Es tiempo de ‘almacenar aceite’: el aceite de la escucha, del compromiso, del diálogo, del perdón, de la verdad y la justicia”, señaló el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, en su reflexión sobre la liturgia del 32º domingo “durante el año”, domingo 12 de noviembre. El prelado exhortó también a “aprovechar bien el tiempo”, y a “vivir con responsabilidad”.
En su reflexión sobre la liturgia del 32º domingo “durante el año”, domingo 12 de noviembre, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, explicó que la parábola de las diez vírgenes del cortejo posee una simbología simple, donde “el novio representa a Dios; las jóvenes personifican al Pueblo, la Iglesia, y el aceite significa todo lo necesario para que la luz de la fe pueda estar siempre encendida en la vida de los creyentes”.

Y propuso sintetizar la meditación en tres palabras: Tiempo, responsabilidad y aceite.


Aprovechar bien el tiempo

La misericordia del Señor es eterna, es infinita y para todos. Tiene un solo límite que es la misma libertad del ser humano. Y esa libertad se juega en el tiempo que Dios nos regala. El gran drama del Evangelio de hoy se juega en el tiempo. Tiempo que Dios les regaló para estar preparadas, prevenidas y con el suficiente aceite. Las jóvenes prudentes lo entendieron, las necias no. Hoy debemos preguntarnos personal y comunitariamente, como nuevo pueblo de Dios, ¿qué estamos haciendo con nuestro tiempo? Este primer punto es una suerte de “diagnóstico” con respecto al uso de uno de los “bienes” más preciados de nuestra época que es el tiempo.

Vivir con responsabilidad

En el último versículo del Evangelio de hoy se nos invita a estar prevenidos. Podemos traducir por estar atentos, concentrados, preparados. En definitiva, en actitud de vigilancia evangélica. En una mala interpretación de estos textos algunas veces se quiere introducir una cierta dosis de miedo y hasta de miedo febril con respecto a la venida del Señor. Este no es el sentido. El miedo no ayuda ni hace crecer. La venida del Señor, que puede ser más o menos cercana, nos hace crecer en responsabilidad. Esta es la clave para entender los textos de “vigilancia”. Dios nos invita a vivir una espiritualidad de la responsabilidad. Esto es lo que hacen las jóvenes prudentes: son responsables al actuar con atención, preparación y vigilancia evangélica.

Almacenar aceite

De entrada nos suena un poco egoísta que las jóvenes prudentes no quieran compartir el aceite con las necias. La parábola no quiere hacer una catequesis sobre cómo compartir los bienes sino que es una enseñanza sobre la vigilancia evangélica que no admite un traspaso de responsabilidades personales: cada uno responde personalmente al llamado de Dios con las “buenas obras” del aceite. Tener aceite suficiente es haber sido responsables y haber usado muy bien el tiempo y, por lo tanto, eso se traduce en una vida coherente y evangélica sea en los pequeños o grandes momentos de la misma. Es tiempo de “almacenar aceite”: el aceite de la escucha, del compromiso, del diálogo, del perdón, de la verdad y la justicia. Que nuestras familias y nuestra Iglesia sean una “verdadera aceitera” que provean del combustible suficiente a la luz de la fe, esperanza y caridad de nuestras vidas.+

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