Mons. Martín animó a “valorar la enfermedad a la luz de Cristo”
“La enfermedad ya no es una maldición ni la muerte. Ahora, porque Cristo ha sufrido y ha asumido el dolor, ha redimido también. Entonces, la enfermedad adquiere un valor, una dignidad, la más grande, porque Jesús se identifica con el pobre y el enfermo”, afirmó el arzobispo en su homilía.
“El enfermo es valioso para Dios y para la Iglesia”, reiteró. “Cuando en nuestra familia alguien se enferma nos hace ubicar en la realidad, poner las cosas en su lugar, darle el valor a Dios y nos hace dejar tantas cosas que a veces nos enojan”, señaló y aseguró que “la enfermedad nos ayuda a que no se nos endurezca el corazón”.
El prelado también recordó que si unimos el dolor a Jesús, “que sufrió por nosotros, ese sufrimiento adquiere valor de redención”.
“Pidamos a Dios que podamos descubrir el valor de todas las cosas para ubicarlas en su lugar, y de un modo especial a la enfermedad y a los hermanos enfermos. Son ellos la voz de Dios que nos invita a salir de nosotros mismos para aprender de ellos”, concluyó.+
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