En el mensaje, señalan que “como católicos nos produce un gran dolor, pero como sociedad también debería”, e instan a no dejar que esto pase y sea considerado como una manera natural de manifestarnos.
“El respeto por la diversidad de pensamiento debe ser uno de nuestros valores fundamentales para crecer como sociedad. También la libertad de expresión es importante para conocernos más y fomentar una buena convivencia, pero éstas no son formas sanas de manifestarnos. La violencia sólo separa”, recordaron, y consideraron “que la manera de expresarnos es sin dañar ni lastimar a otros, no es necesario llegar a este punto”.
“¡No perdamos como sociedad nuestros valores esenciales!”, exhortaron, deseando “que la persona, o el grupo de personas que lo haya hecho, pueda volver a pensar acerca del daño que hizo a otros por pensar diferente. Rezamos para que pueda reflexionar y arrepentirse de lo que ha hecho”.
El vicario parroquial, presbítero Julio Faes, advirtió lo sucedido en la mañana del 7 de noviembre, y consideró que el acto vandálico además de ser doloroso es una “radiografía de lo que está pasando y estamos viviendo como sociedad, donde el valor fundamental de la vida deja de serlo, es una sociedad que perdió el rumbo”.
“Cuando un católico o un cristiano en su profesión de fe, dice y habla sobre la vida no estamos siendo intolerantes, sino que estamos proclamando el legado del Señor. La vida del otro es un valor y no puede dejar de serlo en el vientre materno”, explicó en una entrevista a Radio Corazón.
El sacerdote cree que las pintadas en la iglesia pueden relacionarse con la entrega de un petitorio de derogación del “Protocolo de Aborto no Punible”, apoyado con cientos de firmas, que cuatro diputados presentaron a la gobernación provincial hace unos días.
El protocolo estipula que ante el riesgo de vida de la madre, la “inviabilidad fetal” o una violación, las autoridades sanitarias deben proceder a realizar el aborto.
El presbítero Faes explicó que toda la comunidad está impactada y dolida. Tanto católicos como evangélicos “se han solidarizado, todos se han hecho presentes” ya que “Crespo es una comunidad con muchos valores, mucha tradición”.
“Hemos invitado a la reflexión profunda y ver por dónde estamos caminando y por dónde seguir caminando también”, concluyó.
En su cuenta de Twitter, la oficina de prensa del Arzobispado de Paraná manifestó su repudio ante lo sucedido en la iglesia parroquial de Crespo e invitó a elevar una oración en desagravio por tales hechos.+
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