“¡Queremos invitarte especialmente a poner manos a la obra! A que vivamos la Jornada como una oportunidad para ir dejando de lado la cultura del descarte y del derroche en nuestra querida patria y, con gestos concretos, aportemos a la cultura del encuentro”, expresó el ingeniero Emilio Inzaurraga, presidente de la Comisión.
“Pobreza y exclusión son un desafío para toda la sociedad argentina. Asumirlo implica atender las necesidades presentes trabajando al mismo tiempo en la superación de sus causas que, aunque múltiples y complejas, no son fruto de la casualidad o designios que escapan a nuestro control”, manifestó en el mensaje.
“Por ello –continuó- debemos comprometernos a identificar con honestidad esas raíces y actuar sobre ellas. El papa Francisco mencionó recientemente dos cuestiones: el aumento endémico y sistémico de las desigualdades y de la explotación del planeta, que es mayor que el aumento de la renta y de la riqueza, y el trabajo no digno de la persona humana. Sus palabras tal vez nos podrían ayudar a analizar nuestra situación”.
“La Jornada Mundial de los Pobres es una oportunidad para repensarnos. El compromiso bautismal para los cristianos y el deber ciudadano para todos, lo exigen”, concluyó.+
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