“Dejamos una huella imborrable. Nos sentimos orgullosos. No es una simple decoración sino la expresión de la fe de todo el pueblo paraguayo”, expresó monseñor Ricardo Valenzuela, vicepresidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), luego del acto.
Durante la ceremonia también se realizó la plantación de dos árboles de lapacho, el árbol nacional.
Estuvieron presentes en el acto las principales figuras eclesiásticas del Paraguay, obispos, cuerpo diplomático del Paraguay en Roma, el presidente Horacio Cartes y su comitiva, además del cardenal Giuseppe Bertello, gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Por su parte el presidente la CEP, monseñor Edmundo Valenzuela, señaló que es la primera vez que podemos alcanzar este nivel artístico, cultural y religioso que ennoblece la historia y la religiosidad paraguaya. “Es un mosaico hermoso. Hicimos mención justamente de las palabras del papa Francisco, quien la calificó de la mujer más gloriosa y ejemplo de las gloriosas mujeres paraguayas”, expresó.
El presidente Cartes hizo mención al origen de la Virgen de Caacupé y su primera imagen tallada por un indígena guaraní. “Todos podemos testimoniar las enormes gracias recibidas de su amor y protección maternal, y todos estamos agradecidos por esta gran bendición de tener una Madre de Dios y Madre nuestra paraguaya en los cielos”, expresó el mandatario paraguayo.
La colocación del mosaico de la Virgen de Caacupé fue posible gracias a una iniciativa de la Embajada de Paraguay ante la Santa Sede, representada actualmente por el embajador Pedro Kriskovich. +
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