Villa Carcova: Mensaje de amor y unión en la Fiesta del Milagro

José León Suárez (Buenos Aires) (AICA): La comunidad de la capilla del Milagro, del barrio Villa Carcova, en José León Suárez, celebró el domingo 17 de septiembre sus fiestas patronales. Con una procesión que llevó las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro por las calles del barrio, y una misa presidida por el obispo de San Martín, monseñor Guillermo Rodríguez-Melgarejo, los fieles manifestaron su devoción.
Los fieles del barrio Villa Carcova, en José León Suárez, colmaron este 17 de septiembre la capilla del Milagro, perteneciente a la parroquia San Juan Bosco, cuyo párroco es el presbítero José María “Pepe” Di Paola, para celebrar las fiestas patronales, en el marco del 40º aniversario de la creación del templo.

Los festejos comenzaron con una procesión que llevó las imágenes de Nuestro Señor y Nuestra Señora del Milagro por las calles del barrio, acompañadas por las comunidades de Paraguay, con la imagen de la Virgen de Caacupé, y de Bolivia, que caminó con la imagen de la Virgen de Copacabana. La procesión fue escoltada también por la murga barrial “Los elegantes de Don Bosco”, que añadió música y color.

Cerca del mediodía, las imágenes regresaron a la capilla del Milagro para celebrar la misa en honor de los santos patronos y en ocasión del 40º aniversario de la creación de la capilla. La Eucaristía fue presidida por el obispo de San Martín, monseñor Guillermo Rodríguez-Melgarejo, y concelebrada por el párroco, presbítero Di Paola.

En su homilía, el obispo recordó que “antes de morir en la Cruz, Jesús, en la persona de Juan, nos dejó a su madre como Madre de todos”. El obispo mencionó que la Virgen es celebrada bajo distintas advocaciones: “Nuestra Señora del Milagro, en Salta y aquí, en la Carcova; Nuestra Señora de Copacabana, en Bolivia; Nuestra Señora de Itatí, en Corrientes; Nuestra Señora de Caacupé, en Paraguay”, ejemplificó.

El prelado consideró “muy importante, más aún, emocionante, que Jesús haya querido que su Madre no fuera sólo suya, sino también de cada uno y de cada una de los que hemos sido hermanos y hermanas de Jesús por el santo bautismo”.

Al respecto, monseñor Rodríguez-Melgarejo señaló que “porque tenemos una misma Madre, no tenemos ningún derecho a separarnos, a discriminarnos, a enfrentarnos”.

“¡Qué hermoso es tener a nuestros hermanos y hermanas de Bolivia!, son nuestros hermanos, ¡Y nuestras hermanas y hermanos del Paraguay, son nuestros hermanos!”, exclamó el obispo, y recordó que “la Argentina, por su constitución, está abierta a todas las personas de buena voluntad que quieran habitar en el territorio argentino, y esto no tiene que estar sólo en los papeles de la Constitución Nacional, ¡tenemos que vivirlo!”, exhortó.

El prelado destacó la necesidad del respeto a las diferencias, que “son diferencias menores”, porque consideró que “lo fundamental nos une: somos personas humanas, somos hijos e hijas de Dios por el bautismo, somos miembros del Pueblo de Jesús, que es la Iglesia, somos herederos del Cielo que Jesús mereció para nosotros, y en la vida de todos, hermanos y hermanas”.

“Con nuestros límites y nuestros defectos, como creemos en Jesús, a quien veneramos hoy como el Señor de los Milagros, tratamos de vivir el mandamiento que él nos dejó: ‘Ámense los unos a los otros, como yo los he amado’”, señaló.

Para finalizar, el prelado advirtió que “el amor no es sólo simpatía; el amor no es una linda palabra: el amor es querer el bien del otro, ayudar al bien de otro, hacerle sentir al otro no sólo que lo respetamos, sino que deseando su bien, lo queremos de verdad, y por eso somos solidarios y nos ayudamos, porque todos necesitamos de todos”.

Durante la misa, miembros de la comunidad recibieron los sacramentos del bautismo, la primera comunión y la confirmación. Además, prontos a viajar a Roma para participar de un torneo, los integrantes del equipo de cricket que reúne a jóvenes de la parroquia San Juan Bosco, de Villa Carcova, y de Nuestra Señora de Caacupé, de Barracas, recibieron la bendición de manos de monseñor Rodríguez Melgarejo.

La celebración finalizó con un homenaje a los educadores que forman parte de la jurisdicción parroquial. En el marco del Día del Profesor, recibieron un reconocimiento y la bendición del obispo, quien reconoció que los educadores “no realizan un trabajo, realizan un don de amor”.

Finalizada la misa, la comunidad compartió un almuerzo y un festival folklórico. Asistió a la celebración el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis. +

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