Mons. Martín en Cuaresma: “Déjense reconciliar con Dios”

Mons. Martín en Cuaresma: “Déjense reconciliar con Dios”

Rosario (Santa Fe) (AICA): El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, se acercó a los fieles con un mensaje en ocasión del tiempo cuaresmal que la Iglesia atraviesa por estos días, en camino hacia la Pascua del Señor.

Monseñor Eduardo Eliseo Martín, arzobispo de Rosario, se dirigió a los fieles con un mensaje de Cuaresma, en preparación para la Pascua: “¡Conviértete y cree en el Evangelio!”, recordó, y destacó el verdadero significado de la conversión.

“No es un mero cambio de conducta; es el reconocimiento del propio pecado y la aceptación de la salvación que se nos ofrece gratuitamente. Es un cambio de mentalidad, un profundo cambio de vida, un giro de ciento ochenta grados en nuestra vida. Es volver a la casa del Padre, es ir al encuentro del Hijo de Dios crucificado que me recuerda mi pecado y me hace caer en la cuenta de todo lo que ha hecho por mí. Se da la conversión cuando dejamos de confiar en nuestras propias fuerzas y esperamos de Dios todo bien”, detalló el prelado.

Monseñor Martín advirtió además la necesidad de la conversión ante la violencia en sus diversas formas, la avaricia, la falta de solidaridad frente al dolor y el sufrimiento, que “son la consecuencia del olvido de Dios y de la exaltación del individuo”.

“El tiempo decisivo es el presente, en el instante se juega nuestro destino, nuestra felicidad”, enfatizó el arzobispo: “Cristo nos dice: ¡hoy vuelve a mí!, ¡hoy es el día!”, aseguró, y sostuvo que la oportunidad de volver a Dios nace de su amor infinito por nosotros, un amor que nos “primerea” y que “debe quemar todo lo que en nosotros hay de impuro, todo aquello que no está en conformidad con ese Amor”, afirmó.

“El tiempo de Cuaresma es un tiempo fuerte de oración” continuó el prelado, y aseguró que “el camino de la oración nos va haciendo humildes, poniendo toda nuestra confianza en la gracia”. Luego destacó la importancia del ayuno, para purificar nuestra relación con las cosas, distorsionada por el consumismo; e invitó al ejercicio “generoso, auténtico y alegre” de la limosna, que ayuda en la relación con el prójimo, “la más decisiva” en cuanto a signo irrefutable del amor a Dios: “El que dice ‘amo a Dios’ y no ama a su hermano, es un mentiroso”, recordó.

Tal como lo pide el papa Francisco, dar paso a la “fantasía de la misericordia para dar vida a tantas iniciativas nuevas, fruto de la gracia”. La misericordia, señaló, “nos impulsa a ponernos manos a la obra para restituir la dignidad a millones de personas que son nuestros hermanos y hermanas, llamados a construir con nosotros una ciudad fiable”.

Para finalizar, monseñor Martín exhortó a dejarnos reconciliar con Dios: “Aventurémonos en este camino con gran confianza en la acción de la gracia y gran apertura de corazón. Podremos experimentar el poder transformador de Dios en nuestras vidas y culminar en una verdadera renovación del Misterio Pascual en nosotros, meta del camino cuaresmal”.+

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